domingo, 18 de marzo de 2007

El amor produce más depresión que felicidad

Los resultados de un estudio realizado en Italia por un grupo interdisciplinario en 1990, indicaron que las personas enamoradas recientemente presentaron algunos síntomas del Desorden Obsesivo Compulsivo (DOC), que produce, como su nombre lo indica, que quienes lo padecen se obsesionen con ciertas cosas, como lavar sus manos constantemente o revisar una y otra vez si cerraron la llave del lavabo.

La investigación sugiere que, más que producir felicidad, el amor genera depresión, pues uno de los síntomas del DOC es la presencia de niveles inusualmente bajos de serotonina, un neurotransmisor asociado con la ansiedad y la depresión.

En ese sentido, un grupo de estudiantes de nivel superior que aseguraron estar enamorados y que participaron en el estudio, registraron niveles de serotonina 40% más bajos que los de sus compañeros, quienes negaron la presencia de ese sentimiento. Sin embargo, dicho efecto bioquímico no es permanente, pues transcurrido un año se les practicó un nuevo examen, cuyo resultado indicó que los niveles del neurotransmisor habían regresado a la normalidad.

Otro descubrimiento interesante al respecto es que las personas con bajo nivel de serotonina tienden a tener una sexualidad muy activa. Si una persona del sexo masculino tiene la versión particular de un gen conocido como "transportador de serotonina", presentará niveles bajos del químico en su cerebro, por lo que tenderá a ser más ansioso y activo sexualmente.

El desarrollo de tecnologías que permiten generar mapas de la actividad cerebral también ha contribuido a la comprensión de la "fisiología del enamoramiento". Andreas Bartels y Semir Zeki, del Colegio Universitario de Londres, utilizaron Imágenes de Resonancia Magnética Funcional (fMRI, por sus siglas en inglés), que utilizan pulsos magnéticos inocuos para medir los cambios en los niveles de oxígeno que indican actividad de las células nerviosas.

Mientras estaban en el interior del escáner, los investigadores mostraron a jóvenes tocados por la flecha de cupido fotografías de sus parejas, así como de sus amores platónicos declarados (cantantes, actores, deportistas, etcétera). Zeki y Bartels quedaron asombrados por la forma tan clara en que se presentaron los patrones de actividad cerebral de los estudiantes cuando veían las imágenes.

En su informe, los especialistas señalaron que fueron cuatro las zonas cerebrales que se activaron, entre ellas las responsables de la sensación asociada con "mariposas en el estómago" y otra conocida por su respuesta a la euforia inducida por drogas, mientras que una más permaneció notablemente inactiva en la corteza prefrontal, que comúnmente se muestra sobreactiva en pacientes con depresión.

Por su parte, Jack Pannksepp, químico de la Universidad Estatal Bowling Green, afirma que obtuvo evidencia que indica que el cerebro produce opiáceos —grupo de químicos muy similares a las sustancias adictivas contenidas en ciertas drogas— cuando una persona se encuentra en trance profundo de enamoramiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo debo de tener la serotonina por los suelos... y con eso y q ya es primavera voy a ponerme demasiado activo, jejeje.

1 beso y animo con el blog.

TQM

_AngeL_