El cambio climático causado por el hombre es irreversible y acelerado

Que pena me da……………



La ONU apremia a los jefes de estado a tratar el problema en la presentación de su informe

Los efectos de la contaminación traerán a España olas de calor frecuentes y lluvias torrenciales

El cambio climático actual, forzado, irreversible y más rápido de lo previsto, es ya una realidad que tiene un culpable: el hombre. Más de 2.500 científicos dirigieron ayer su dedo acusador a la quema incontro-lada de combustibles fósiles, fruto de la actividad humana, que liberan emisiones de efecto invernadero causantes del calentamiento global. Lo hicieron en el informe más demoledor publicado hasta ahora por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), un organismo amparado por la ONU con investigadores de todo el mundo.

«El 2 de febrero del 2007 puede ser recordado como el día en que se eliminó el interrogante sobre si el hombre es el culpable del cambio climático», aseguró igual de contundente en la presentación del estudio en París el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, quien ante las severas conclusiones de la investigación apremió a la con-vocatoria de una cumbre del clima de jefes de Estado y de Gobierno, con la asistencia de los de Estados Unidos, China, India y Brasil. Paradójicamente, el presidente de EE. UU. no vio mal la iniciativa y un portavoz suyo apostó por un «diálogo global».

El Gobierno de Bush coincidió con el informe en que la actividad humana es responsable del cambio climático, pero minimizó el papel de EE.UU. «Es un pequeño contribuyente», dijo.

Sin medias tintas

El cambio climático, según el informe, no sólo es irreversible, sino que aun cuando se paralizaran en este momento todas las emisiones, el planeta seguiría calentándose a una media de 0,2 grados por década por el efecto acumulado. Sus efectos, sin tener en cuenta las emisiones futuras, se manten-drán durante mil años.

De cara a fin de siglo, el informe predice como mejor estimación un aumento de las temperaturas de entre 1,8 y 4 grados, aunque la horquilla se amplía a entre 1,1 y hasta 6,4 grados. Pero el calentamiento no será homogéneo: será más acusado en el hemisferio norte.

El cambio climático es inequívoco y España no se librará de un fenómeno que se vivirá a escala mundial, aunque también es cierto que su grado de intensidad dependerá de en qué medida el planeta sea capaz de reducir o frenar las emisiones de efecto invernadero.

España padecerá como consecuencia de este fenómeno un incremento de las lluvias torrenciales, más olas de calor, menos días fríos, sequía, un aumento de la salinidad del mar y nevadas menos copiosas. Olas de calor como la ocurrida en el verano del 2003 podrían producirse cada tres años, mientras que el nivel de precipitaciones pronosticado para el conjunto del país está previsto que se reduzca.

Los grupos ecologistas reclamaron ayer «medidas urgentes» a los gobiernos ante los resultados del informe sobre Cambio Climático (IPCC), presentado en París, y en el que se augura un calentamiento gradual de temperatura entre 1,8 y 4 grados hasta 2100. El American Enterprise Institute (AEI), un centro de estudios conservador finan-ciado por una de las mayores petroleras del mundo, ha ofre-cido 10.000 dólares a científicos y economistas para que pongan en tela de juicio el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. Así lo denunció ayer el diario británico The Guardian , según el cual este grupo de presión, financiado por Exxon Mobil y con estrechos vínculos con el Gobierno de George Bush, ha ofrecido ese dinero a los autores de artículos que pongan de relieve los fallos del informe. El American Enterprise Institute recibió más de 1,6 millones de dólares de la petrolera estadounidense y más de 21 personas de su plantilla han trabajado como asesores para la actual Casa Blanca. El ex presidente de Exxon Mobil, Lee Raymond, es actualmente vicepresidente del patronato de ese centro de estudios.

Científicos británicos y estadounidenses han recibido cartas Las cartas acusan al grupo intergubernamental que ha elaborado el documento de resistirse a «las críticas razonables» .

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